El sueño y el estrés

El sueño y el estrés

Hoy en día se habla mucho del estrés. El Diccionario de la Real Academia Española define el estrés como: Tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves. Según un estudio de la Universidad de Harvard, las cinco enfermedades mundiales más comunes tienen como factor directo o indirecto el estrés. Tales como las cardiopatías, la depresión severa, los accidentes automovilísticos, los derrames y las enfermedades crónicas de pulmón.

El estrés es un estímulo que nos agrede emocional y físicamente, siendo irrelevante que tal amenaza sea real o imaginaria.  El estrés provoca insomnio, y éste, a su vez, es una causa de estrés. Juntos forman un círculo vicioso que puede acarrear consecuencias muy negativas para la salud, además de influir negativamente sobre el rendimiento escolar o laboral.

El insomnio según la Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM), es el sueño insatisfactorio que afecta al funcionamiento del individuo durante el día.  El insomnio presenta la dificultad para iniciar o mantener el sueño o como la sensación de no haber tenido un sueño reparador durante al menos un mes, y que provoca un malestar clínicamente o un deterioro laboral, social o en otras áreas de las actividades de las personas.

El estrés y el insomnio son patologías muy prevalentes, que pueden afectar la calidad de vida de las personas y a su actividad diaria. Además, se asocian a fatiga, somnolencia, ansiedad, depresión, astenia, irritabilidad y dificultad para concentrarse.

Mantener un estilo de vida saludable y buenos hábitos de sueño, es indispensable para conseguir reducir el estrés y tener sueño reparador. 

Aquí dejamos algunos consejos para manejar el estrés

  • No preocuparse por las cosas que no se pueden controlar
  • Hablar con un amigo o familiar en el que se confía
  • Hacer ejercicio de manera regular
  • Comer de forma equilibrada y dormir lo suficiente
  • Meditar
  • Realizar o participar en actividades que no produzcan estrés (como deportes, acontecimientos sociales o pasatiempos).
  • Tener una buena higiene de sueño
  • Acudir con los profesionales de salud cuando sea necesari

 Evidentemente, lograr modificar los hábitos de vida requiere un tiempo de dedicación, pero tú puedes lograrlo!

REFERENCIAS

  1. Carrasco Carrasco, I. García García, F. López López, F. Repilado Grillo, J.C. Roig Sena, J. Velert Vila, M.M. Velert Vila, E. Zamorano Bayar. Estrés e Isomio, SEFAC, 2009

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