¿ESTRÉS E INFLAMACIÓN?
Las personas que viven constantemente estresadas tienden a presentar altos niveles de cortisol, por lo cual se desencadenan muchas enfermedades ya que el organismo vive constantemente inflamado.
El nivel de cortisol sube en circunstancias de miedo, de amenaza, de tristeza o de frustración. Si tenemos niveles altos de cortisol, esta hormona está inundando la sangre en lugar de la serotonina o la dopamina, hormonas que tienen un impacto positivo y de bienestar en el cuerpo y en la mente.
El estrés crónico reduce la sensibilidad de las células inmunitarias. Cuando el cuerpo esta estresado se siente amenazado y aumentan la producción de citoquinas inflamatorias, proteínas que pueden ser muy dañinas para diferentes células del cuerpo.
Uno de los síntomas más comunes y molestos es la distención abdominal, por lo tanto la alimentación cumple un rol fundamental en la salud antiinflamatoria.
Las personas con inflamación crónica poseen niveles por debajo de lo recomendable de algunas vitaminas —D, E y C— y de niveles de omega 3. Por otra parte, la inflamación persistente altera la barrera intestinal promoviendo una mayor permeabilidad a ciertas sustancias. Esto termina perjudicando al sistema inmune, pudiendo acabar en molestias y reacciones negativas tras ingerir algunos alimentos.
Te dejamos aquí una lista de alimentos que tienen efecto antiinflamatorio:
- El omega 3, que lo podemos consumir mediante la alimentación o suplementación.
- Algunas especias como la cúrcuma, que posee un efecto antiinflamatorio potente.
- Los cítricos.
- La vitamina D. Cada vez existen más estudios que asocian depresión con bajos niveles de vitamina D.
- La cebolla, el puerro, el perejil, el laurel y el romero.
Sin dejar de lado hábitos de suma importancia como tener un sueño reparador, consumir suficiente agua, realizar ejercicio, estos hábitos ayudan manejar niveles bajos de estrés, por lo tanto mantenemos los niveles adecuados de cortisol en sangre y así evitamos la inflamación en nuestro organismo.
REFERENCIAS
Sirera R., Peiró G. y Palmero, (2008) estrés, depresión, inflamación y dolor. Revista Electrónica de Motivación y Emoción.
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